En todos los Torneos hay una Cenicienta. Un equipo con bajo presupuesto o con jugadores de menor renombre, que no llegan en un gran momento o, sencillamente, con un plantel menos numeroso.
En esas circunstancias, muchas Cenicientas suelen pasarse todo el torneo lamentando haber perdido un zapatito, no haber tenido plata para comprarlo o tener menos zapatos que sus poderosos rivales.
Pero también hay Cenicientas que, una vez cerrada la posibilidad de tener mas, miran su guardarropas y empiezan a hacer lo posible por tomarle cariño, cuidar y embellecer a sus zapatitos, creyendo que "no serán como los de otros, pero son míos y por eso los quiero". Y eso, es lo que convierte en peligrosa a Cenicienta ante los poderosos, porque su felicidad y convicción hacen mas luminosa a su sonrisa, y eso lleva a que nadie se detenga a mirarle si tiene mas o menos zapatitos que sus rivales.
No siempre hace falta un gran guardarropas para conquistar al Príncipe, sino hacer brillar tus atributos para disimular tus carencias.
Llevado a los equipos deportivos y sus historias, el cuento hablaría de grandes epopeyas de equipos no tan ricos o poderosos que llegaron a grandes cosas apostando a fortalecer sus estructuras desde lo interno. Crecer a partir de lo mío sin detenerme a envidiarle nada a nadie, porque "lo mío" es lo que puedo manejar y aquello que puedo hacer crecer.
Hay Cenicientas en todos los Torneos, y en el Final Four del Básquet Femenino este fin de semana Cenicienta estuvo a un segundo de quedarse con el Príncipe.
Dijo en seleccionador nacional Cristian Santander tras felicitar al justo campeón Unión Florida: "También fue muy buen torneo de Berazategui. Lo mas relevante es que recuperó jugadoras (Cabañez-Castillo-Vásquez) y las puso de igual a igual con todos".
Apostar por lo humano hace mas poderosos a los supuestamente débiles, y el Berazategui de Juan Ferreira es, sin dudas, un caso mas en la larga lista de Cenicientas que optaron por potenciar sus fortalezas confiando que ello podía hacer realidad sus sueños de grandeza.
¿Qué es "apostar a lo humano"? Mirar, o aprender a mirar las personas que están debajo de los uniformes deportivos, porque conocer a la persona es la llave que nos posibilitará hacer crecer al jugador. O, sencillamente, trabajar sobre tu impronta de líder para poder afrontar el compromiso en las mejores condiciones desde lo mental o espiritual.En esas circunstancias, muchas Cenicientas suelen pasarse todo el torneo lamentando haber perdido un zapatito, no haber tenido plata para comprarlo o tener menos zapatos que sus poderosos rivales.
Pero también hay Cenicientas que, una vez cerrada la posibilidad de tener mas, miran su guardarropas y empiezan a hacer lo posible por tomarle cariño, cuidar y embellecer a sus zapatitos, creyendo que "no serán como los de otros, pero son míos y por eso los quiero". Y eso, es lo que convierte en peligrosa a Cenicienta ante los poderosos, porque su felicidad y convicción hacen mas luminosa a su sonrisa, y eso lleva a que nadie se detenga a mirarle si tiene mas o menos zapatitos que sus rivales.
No siempre hace falta un gran guardarropas para conquistar al Príncipe, sino hacer brillar tus atributos para disimular tus carencias.
Llevado a los equipos deportivos y sus historias, el cuento hablaría de grandes epopeyas de equipos no tan ricos o poderosos que llegaron a grandes cosas apostando a fortalecer sus estructuras desde lo interno. Crecer a partir de lo mío sin detenerme a envidiarle nada a nadie, porque "lo mío" es lo que puedo manejar y aquello que puedo hacer crecer.
Hay Cenicientas en todos los Torneos, y en el Final Four del Básquet Femenino este fin de semana Cenicienta estuvo a un segundo de quedarse con el Príncipe.
Dijo en seleccionador nacional Cristian Santander tras felicitar al justo campeón Unión Florida: "También fue muy buen torneo de Berazategui. Lo mas relevante es que recuperó jugadoras (Cabañez-Castillo-Vásquez) y las puso de igual a igual con todos".
Apostar por lo humano hace mas poderosos a los supuestamente débiles, y el Berazategui de Juan Ferreira es, sin dudas, un caso mas en la larga lista de Cenicientas que optaron por potenciar sus fortalezas confiando que ello podía hacer realidad sus sueños de grandeza.
No trabajar la parte psicológica de un equipo (o de un entrenador), o trabajarla mal, es dar mucha ventaja en el deporte moderno.